- ¿Has extendido alguna vez los brazos y dado vueltas y vueltas muy rápido?
- Lo hago todos los días.
- ¿Ah sí? Bueno pues así es el amor. Se te acelera el corazón, el mundo se te vuelve del revés pero, si no tienes cuidado, si no mantienes tus ojos fijos en algo inmóvil, puedes perder el equilibrio y dejar de ver lo que ocurre con la gente a tu alrededor. No te das cuenta de que estás a punto de caer.

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